El alma calla
«El alma calla. En el cielo frío
arden para ella las estrellas mismas.
A su alrededor, agitados pueblos
claman por el pan o por el oro.
Pero el alma calla y escucha sus gritos
y contempla los lejanos universos.
Mas en su bifronte soledad
hermosas ofrendas prepara a sus dioses,
Y, oído incesante, del silencio ungida,
busca la llamada lejana de otra alma...
Así, de igual modo, en pos de la otra,
resuena, tras el cerco de brumas
del océano, la llamada indescifrable
del corazón de las aves blancas.»
3 de febrero de 1901
(versión de Clara Janés y Amaya Lacasa)
Los doce y otros poemas
Aleksandr Blok
«El alma calla. En el cielo frío
arden para ella las estrellas mismas.
A su alrededor, agitados pueblos
claman por el pan o por el oro.
Pero el alma calla y escucha sus gritos
y contempla los lejanos universos.
Mas en su bifronte soledad
hermosas ofrendas prepara a sus dioses,
Y, oído incesante, del silencio ungida,
busca la llamada lejana de otra alma...
Así, de igual modo, en pos de la otra,
resuena, tras el cerco de brumas
del océano, la llamada indescifrable
del corazón de las aves blancas.»
3 de febrero de 1901
(versión de Clara Janés y Amaya Lacasa)
Los doce y otros poemas
Aleksandr Blok