XIII

«¡OH estas jornadas siniestras,
Señor... estas jornadas siniestras
en que mis ojos empiezan
a verlo todo en la tierra
igual y al fin no hallan diferencia
entre la luz de una venta
y el resplandor de una estrella!
¡Oh estas jornadas siniestras
en que nada me consuela,
ni me alienta,
ni me eleva!...
Nada, Señor: nada, nada... ni Tú... ni la Belleza...
Sí, en estas horas sinestras
me da igual ser o no ser poeta...
y ya no hallo diferencia
entre un verso y una blasfemia.»

Versos y oraciones de caminante (1920-1930)
La poesía temprana de León Felipe

León Felipe