«Por fin voy hacia el hombre que ha puesto trampas a los pájaros
y busco su perdón, porque quise impedirle jugar con las vidas de otros
maldigo mi torpeza,pues no está bien quitar nada de la alegría de sus instintos
que tuvo buen cuidado de guardar tensos en todo tiempo
y más cuando los pájaros volaron ya y parece
que pían y se burlan de mí desde la altura sobre mi cabeza
sospechan que también yo tengo trampas, que mis manos son trampas
y jamás se posarán en mis palmas tendidas hacia ellos.»

(versión de Teresa Martínez)

Poesía hebrea contemporánea

Amir Gilboa