«Veles e vents han mos desigs complir
faent camins dubtosos per la mar.
Mestre i ponent contra d'ells veig armar:
xaloc, llevant, los deuen subvenir,
ab llurs amics lo grec e lo migjorn,
fent humils precs al vent tramuntanal
que en son bufar los sia parcial
e que tots cinc complesquen mon retorn.


Bullirà el mar com la cassola en forn,
mudant color e l'estat natural,
e mostrarà voler tota res mal
que sobre si atur un punt al jorn.
Grans e pocs peixs a recors correran
e cercaran amagatalls secrets:
fugint al mar on són nodrits e fets,
per gran remei en terra eixiran.

Los pelegrins tots ensems votaran
e prometran molts dons de cera fets:
la gran paor traurà al llum los secrets
que al confés descuberts no seran.
E en lo perill no em caureu de l'esment,
ans votaré al Déu qui ens ha lligats
de no minvar mes fermes voluntats
e que tots temps me sereu de present.

Jo tem la mort per no ser-vos absent,
per què amor per mort es anul.lats,
mas jo no creu que mon voler sobrats
pusca esser per tal departiment.
Jo só gelós de vostre escàs voler
que, jo morint, no meta mi en oblit.
Sol est pensar me tol del mon delit,
car, nos vivint, no creu se pusca fer:

après ma mort, d'amar perdau poder
e sia tots en ira convertit.
E jo, forçat d'aquest món ser eixit,
tot lo meu mal serà vos no veer.
Oh Déu, ¿per què terme no hi ha en amor,
cap prop d'aquell jo em trobara tot sol?
Vostre voler sabera quant me vol,
tement, fiant, de l'avenidor.

Jo son aquell pus extrem amador
apres d'aquell a qui Déu vida tol:
puix jo son viu, mon cor no mostra dol
tant com la mort, per sa extrema dolor.
A bé o mal d'amor jo só dispost,
mas, per mon fat, fortuna cas no em porta:
tot esvetlat, ab desbarrada porta,
me trobarà faent humil respost.

Jo desig ço que em porà ser gran cost
i aquest esper de molts mals m'aconhorta;
a mi no plau ma vida ser estorta
d'un cas molt fer, qual prec Déu sia tost.
Lladoncs, les gents, no els calrà donar fe
al que amor fora mi obrarà:
lo seu poder en acte es mostrarà
e los meus dits ab los fets provaré.

Amor, de vós, jo en sent més que no en sé,
de què la part pijor me'n romandrà,
e de vós sap lo qui sens vós està:
a joc de daus vos acompararé.»



«Velas y vientos cumplirán mis ansias
en caminos dudosos por la mar.
Mistral, Poniente les oponen armas;
en su ayuda Jaloque va, y Levante,
con sus amigos el Gregal y el Noto,
rogando humildemente el Aquilón
que en su alentar les sea favorable,
y así los cinco cumplan mi regreso.


Como cazuela en horno hervirá el mar,
color mudando, y natural estado,
y a todo mostrará que daño quiere
lo que sobre sí pare un punto al día.
Peces grandes y chicos correrán
a buscar los secretos escondrijos;
del mar huidos, que los engendrara,
por gran remedio irán a dar en tierra.

Votos harán todos los peregrinos,
prometiendo de cera mil ofrendas;
el gran pavor revelará secretos
no descubiertos nunca la confesor.
En el peligro no os olvidaré,
Y haré votos al Dios que nos ha unido
De no menguar mis firmes voluntades
Y en todo tiempo veros en presencia.

La Muerte temo que de vos me ausente,
ya que, por Muerte, Amor es anulado;
no juzgo, empero, superarse pueda
mi firme amor por tal separación.
Bien me malicio que el querer escaso
que me mostráis me olvide, una vez muerto;
me hace infeliz tan sólo un pensamiento,
pues, vivos ambos, dudo que acontezca;

que, muerto yo, de amar perdáis poder,
y sea pronto en ira convertido,
y yo, forzado a abandonar el mundo,
en no veros tendré todo mi mal.
¿Por qué, cielos, no hay término en amor,
pues a su vera me hallaría solo?
Supiera qué querer me tenéis vos,
temeroso, fiando en el futuro.

Soy aquel amador más extremado,
tras los que Dios de la existencia priva;
pues vivo estoy, mi corazón no enluto
como por Muerte con dolor extremo.
A bien o mal de Amor estoy dispuesto,
mas Fortuna ninguno me depara;
desvelando la espera a puerta abierta
y respondiendo humilde me hallará.

Deseo lo que más puede costarme,
Y de mi mal consuélame el deseo;
mi vida no quisiera liberada
de un fiero caso, y Dios no lo demore.
El vulgo no habrá entonces de dar fe
a lo que amor fuera de mí obrará;
en actos su poder demostrará
y mis dichos con hechos probaré.

Amor, siento de vos lo que no sé
Y la parte peor me tocará;
Sabe de vos el que sin vos está.
Así a los dados os compararé.»

(versión de Pere Gimferrer)
Obra poética



«VELAS y vientos cumplan mis deseos,
siguiendo inciertas sendas por la mar.
Poniente y Mistral se arman en su contra;
ayudará al Jaloque y el Levante,
con sus amigos el Gregal y el Sur,
rogando humildemente a la Tramontana
que su soplo les sea favorable,
y así, los cinco, logren mi regreso.

Como cazuela al horno hervirá el mar,
mudando aspecto y natural color,
y mostrará cómo aborrece todo
lo que un instante pesa sobre sí;
los peces correrán a los rincones
y buscarán secretos escondrijos:
por huir del mar que los nutre y los hace,
saldrán a tierra como gran remedio.

Harán los peregrinos rogativas,
con la promesa de ofrendar exvotos;
por pánico verán la luz secretos,
que al confesor no se revelarán.
No saldréis de mi mente en el peligro,
mas juraré ante el Dios que nos unió,
no ceder en mi firme voluntad
y teneros presente en todo tiempo.

Temo la muerte, que de vos me ausenta,
Porque el amor se anula con la muerte;
mas no creo que pueda ser mi amor
superado por tal separación.
Celoso estoy de vuestro amor escaso,
que me hundirá en olvido si yo muero;
gozar me impide el mundo pensar que
(no creo que suceda, vivos ambos)

perdáis el don de amor tras de mi muerte,
y sea pronto en ira convertido;
y si dejar el mundo me es forzoso,
todo mi mal será no veros más.
¡Oh, Dios! ¿Por qué no ha término en amor,
pues cerca de él me encontraría solo?
Sabría vuestro amor cuánto me ama,
temiendo, fiando todo el porvenir.

Yo soy el más ferviente enamorado
entre aquellos que no pierden la vida:

mi corazón no muestra, porque vivo,
duelo de muerte, en su dolor extremo.
Dispuesto estoy a bien o mal de amor,
sin que aclare mi sino la fortuna;
en vigilia, de par en par la puerta,
me encontrará, y con humilde réplica.

Podrá costarme caro mi deseo
y esta espera de males me conforta;
no me alegra que a salvo esté mi vida,
y pide a Dios no tarde el grave paso.
Así no habrán las gentes de dar fe
de lo que obre el Amor fuera de mí;
en actos su poder se mostrará
y probaré con hechos mis palabras.

Amor, de vos yo siento más que sé,
por lo que ha de tocarme la peor parte;
sabe de vos el que sin vos está.
Al juego de dados os comparo.»

(versión de Juan Antonio Icardo)
Locus amoenus



Ausiàs March